Actualmente es bastante difícil leer una información y no verse metido en todo un amalgama de intereses y manipulaciones por parte de quiénes lanzan esa información. Continuamente somos bombardeados con información propagandística proveniente de varias vertientes con muy distintos intereses, normalmente políticos, económicos, estratégicos o comerciales.
Normalmente, nos encontramos ante dos importantes maneras de presentarnos la información: Los llamados «Medios de Comunicación de Masas» y los llamados «Medios de comunicación alternativos». Uno se cree que, después del dudoso historial de los massmedia, uno debería fiarse entonces de los «alternativos». Pero, si guarda el mínimo criterio, podrá observar como también en estos se defienden acciones violentas, golpes de estado, asesinatos y represión, sólo que no son voceros del Caballero Don Dinero del Capitalismo de Mercado, sino de los voceros del Caballero Represión del Capitalismo de Estado.
Con ello no digo que, en ambos casos, uno no pueda encontrar información contrastada o mínimamente fiable acerca de diferentes acontecimientos o hechos noticiables. Pero, personalmente, ambos parten de la defensa de ciertas premisas de las que jamás podrán salir. Y ambos buscarán la forma más maniquea de hacer entrar en tu pensamiento su opinión sesgada de la realidad. Ya que ambos tienen intereses por encima de la veracidad de la información, tienen el interés de manipular y ofrecer una versión de la realidad a la que van a intentar adecuarte.
Los casos más llamativos son esos en los que, supuestamente, se enfrentan el Capitalismo con el Comunismo, en una suerte de guerra propagandística en la que sólo puede resultar vencedor uno de ellos, el fin de la historia, la batalla por el PODER… y es que eso es lo lamentable, que ambos buscan el poder, les mueve la conquista o mantenimiento del mismo. Muchas noticias te las visten como de «queremos cambiar el mundo y mejorarlo», y tan sólo se trata de pérfidas propagandas en las que existen bastantes intereses ocultos. Véase el caso de la Guerra de Libia; los unos, normalmente del lado «del pueblo», defendiendo a un hijo de puta como Gadafi; y los otros, normalmente del lado del que paga, defendiendo a un «pueblo» que ha resultado ser lo más retrógrado de toda Libia.
Ante esta situación, en la que el análisis de cualquier realidad pasa por tener que entrar en uno u otro campo de batalla, entiendo que son los medios autónomos, libertarios, aquellos que no buscan la conquista del poder, si no que buscan el conocimiento de la realidad desde una perspectiva horizontal, solidaria y de lucha, los que pueden ayudar mejor al establecimiento de un pensamiento crítico no dogmático. Revistas, periódicos o afiches que realizan personas que no tienen más objetivo que el de que los pueblos no vivan bajo ningún tipo de violencia, presión, poder o jerarquía. Experiencias como la que ayer comentaba de la Fundación de los Comunes, que buscar la organización autónoma y no impositiva de nuevas formas de relación social, económica, cultural… no basadas en el miedo ni en la fuerza.
Un ejemplo de ello, que a mí personalmente me gusta leer, es el El Libertario, de Venezuela, «realizado desde 1995 por un colectivo editorial libertario, difundiendo las actividades ácratas y sociales autónomas del continente. Cada número es elaborado, sin subsidios de ningún tipo, por el acuerdo libre de sus realizadores». Al ser Venezolano, puede ofrecernos una visión de Venezuela que no nos van a ofrecer ni los medios que apoyan la privatización de los recursos, ni los que abogan por la privatización estatal de los mismos, ya que ambos están enfrentados y se van a encargar más de mentir que de informar. Así, podemos encontrar una sección de análisis de la situación bolivariana en la que hay textos anarquistas, de izquierdas y relacionados con los derechos humanos, que seguramente ofrezcan una visión más abierta que la que puedas recibir a través de TeleSur o CNN. Por supuesto, no podemos esperar complacencia con el Gobierno Bolivariano por parte de El Libertario, pues ya en su editorial apuntan que «como ha sido sobradamente demostrado en el caso venezolano, y ha ocurrido en varias oportunidades en América latina, los sentimientos de cambio de las mayorías han sido canalizados y recuperados por una nueva burocracia que intenta, por todos los medios, eternizarse en el poder».
Estamos hablando de un periódico libertario, que no va a conceder el beneficio de la duda a ningún tipo de poder excluyente y opresor, tenga la etiqueta que tenga. Y es por eso mismo por lo que recomiendo la descarga de sus publicaciones mensuales y, si desean seguir de forma más continuada la información que aquí brindad, la lectura de su blog.
Porque yo no creo que la alternativa al poco democrático corporativismo capitalista esté en la proletaria dictadura de la burocracia comunista. Y, pasando de su guerra, busco formas autónomas de no encontrar más poder que el de las personas organizándose desde abajo.
Olivier Boigandreau