El derecho a la rebelión.

A través de la artivista Nuria Güell, de la que hablaré en próximas entradas, supe de esta carta de Enric Duran (Robin Banks) en la que llama a la «insumisión bancaria y al derecho a la rebelión».

Tras leer la carta, he llegado a esta página que nos invita a ejercer la desobediencia civil y fiscal contra el Estado. Ese mismo Estado adulterado por dos partidos de una misma oligarquía, que se han encargado de secuestrar los derechos de 40 millones de personas en beneficio de sus prestamistas, banqueros y demás maleza, para ajustar el nivel de democracia a los metros cuadrados de sus despachos. Ante la ignorancia, mezquindad e ineficacia de los poderes tácitos, los ciudadanos guardamos el derecho a no obeceder, a no agachar la cabeza. No sólo lo guardamos, debemos airearlo, mostrarlo a través de acciones colectivas o individuales, ejercer nuestro derecho a la «subversión de su versión».

Para ello se han encargado de crear la web «Derecho a la Rebelión» donde han colgado un Manifiesto del que tú también puedes formar parte adhiriéndote a él de forma activa, proponiendo acciones y formas de ejercer tu derecho a no estar de acuerdo. La ciudadanía, el pueblo, las personas, cada vez tenemos menos espacio para pensar por nosotros mismos.

Muchos perrodistas sólo quieren su trocito de carne y una caricia, no tienen dignidad; los políticos son los cobardes con corbata que prefieren quemar un edificio antes que dejar de regentarlo; los banqueros son aquellos que se han montado el negocio de negociar nuestro propio dinero, como si yo me acerco a tu casa, te quito el pastel de la ventana y te lo doy «sólo si me prometes otro pastel». Es tan triste ver a la gente defender a «líderes» que ni siquiera saben de la existencia de sus votantes, de ver a familias discutir sobre si uno u otro partido defiende mejor sus derechos, cuando van a acabar discutiendo todos debajo de un puente; o ver cómo se inyecta dinero público en empresas de robo masivo que van a usar ese dinero para enriquecerse de nuevo y retomar las posiciones de poder.

Islandia es la luz, pero en España la mitad son ciegos. Sus gafas ideológicas, serviles, de pasta de ignorancia autoimpuesta no les permiten ver más allá del razonamiento «unos buenos y otros malos», o del «cuidado con Franco, cuidado con Castro»… mientras ambos bandos nos esquilman derechos y conquistas sociales. Izquierda y derecha, La Gran Mentira.

El paradigma a seguir es «Libertarismo» contra «Autoritarismo». O vives tu vida o te la viven. O eliges tu camino o te lo imponen. O respetas a las personas o las pisas. No es blanco o negro, hay mil posibilidades, pero la esencia es «Materia gris vs Ojete Negro» :).

Aquí os dejo el Manifiesto «Una nueva dignidad rebelde«, recogido de «Derecho de la rebelión«(página desde la que te puedes adherir al Manifiesto y colaborar con acciones):

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